Traitor Legions Parte 3: Legion Alpha

"El Imperio está infestado de corrupción y odio. Nosotros nos hemos asegurado de ello"
—Legionario Alfa anónimo


La Legión Alfa es la Legión Traidora de la que menos se sabe. Antaño fue la XX Legión Astartes, creada durante la Primera Fundación por el Emperador de la Humanidad para llevar a cabo su Gran

Cruzada y reunir a toda la raza humana bajo la égida de su Imperio. Son expertos en la infiltración y sus ejércitos contienen a muchos cultistas del Caos además de sus propios Marines Traidores. La Legión Alfa tenía dos Primarcas gemelos, Alpharius y Omegon, el segundo de los cuales era mantenido en secreto para todos excepto los miembros de la XX Legión. Al final de la Herejía de Horus, Roboute Guilliman de los Ultramarines mató supuestamente a uno de los dos, o quizá solo a un doble. A pesar de su aparente adoración al Caos Absoluto, un estudio más a fondo de la historia de la Legión Alfa indica que podría ser la mayor mentira que jamás han difundido en el Imperio y quizá entre las propias fuerzas del Caos.

No hay ninguna Legión como la Vigésima. De todas las poderosas fuerzas puestas al servicio del Imperio durante la Gran Cruzada, ninguna estuvo tan envuelta de falsedades, suposiciones y paradojas como esta. Cualquier intento de estudiar la XX Legión Astartes, una fuerza que acabaría por ser conocida como la Legión Alfa (entre otros muchos nombres distintos), está plagado de dificultades y contradicciones, y descubrir la “verdad” en ese estudio es una esperanza vana. Este es el caso hasta para los registros realizados por las autoridades más elevadas y dotados del máximo alcance posible dados los destrozos causados por la Herejía de Horus.



Mucho antes de que la vil traición de Horus tuviese lugar, la XX Legión, su formación, su uso y su
propósito estaban envueltos por el misterio y ocultos deliberadamente para el resto del Imperio. Este secretismo surgió evidentemente del acuerdo de los círculos más elevados de poder, y no puede dudarse que fue fruto de la voluntad del Emperador. Es probable que el hermetismo en torno a esta Legión “aparte” y sus propósitos ocultos sirviera posteriormente para encubrir una cancerosa transformación en su seno que se gestó a lo largo de mucho tiempo. Esta maldición (el deleite por el conflicto ajeno, y la creciente adicción al ejercicio de sus propias habilidades sobrenaturales para el subterfugio y la destrucción) empeoró claramente tras la ascensión de Horus al puesto de Señor de la Guerra, aunque es improbable que él fuera el responsable, más allá de dar carta blanca a la Legión Alfa. Esta se convirtió, por tanto, en una masa serpentina y retorcida de sombras sin forma, tan peligrosa y venenosa como el monstruo de varias cabezas de los antiguos mitos que se convirtió en su sello y firma. Era un arma que ni el Emperador primero ni el Señor de la Guerra después podían controlar completamente.

Por eso la información reunida sobre la Legión Alfa compone un registro incompleto y a veces contradictorio, incluso si solo se utilizan las pruebas reunidas sobre las actividades y operaciones de la Legión por organizaciones encubiertas y por testigos de primera mano, tanto aliados como enemigos, antes de que la perfidia de Horus diese su amargo fruto. Estos conocimientos a menudo costaban sangre más que procedían de las propias filas de la Legión, pues tales testimonios estaban doblemente llenos de mentiras y engaños. Tal vez entre sus falsedades se pueda encontrar la verdad.

El velo de misterio que rodea a la XX Legión puede ser rastreado hasta su misma creación. La suya fue la última de las cepas conocidas de semilla genética usadas en la creación de los Astartes al final de las Guerras de Unificación, y los factores relacionados con la Vigésima fueron protegidos por un nivel de secretismo y seguridad superior incluso al que el Emperador escogió aplicar al proyecto Marine Espacial. Las proto-Legiones VI, XVIII y XX fueron formadas y establecidas prácticamente aisladas del resto, y generalmente se cree que fueron creadas con propósitos muy específicos. Ya no se puede saber qué plan tenía el Emperador cuando hizo esto, y ese fue uno de los muchos secretos que el Emperador se guardó ante la Corte Imperial, muchos de sus consejeros más cercanos, e incluso los propios Primarcas.

Conocidas oblicuamente en algunas fuentes como el “Trifolio”, estas Legiones fueron mantenidas ocultas y distantes de sus hermanas desde el principio, generando una desconfianza que, salvo en el caso de la XVIII Legión (que después se convertiría en los renombrados Salamandras), nunca desaparecería. En el caso de la Legión Alfa, de hecho, empeoró con el tiempo. Este primer misterio engendraría otros, y seguiría sin haber respuestas no solo sobre los métodos y naturaleza de la XX Legión, sino también sobre el uso que se le dio en sus primeros días.

No se puede decir casi nada de las primeras décadas de la XX Legión en Terra y durante la reconquista del Sistema Solar con la más mínima precisión, y ni siquiera son mencionadas en el cúmulo de mitos y rumores que llegarían a rodear las actividades de la Legión. Lo poco que queda son fragmentos dispersos pero sugerentes: registros anómalos de unidades desconocidas de Astartes llevando a cabo ataques quirúrgicos, secuestros y asesinatos, tanto dentro como fuera de Terra, e informes de destacamentos de Marines Espaciales que no respondían a ningún amo conocido o Legión que atravesaban zonas de guerra en misiones de alta prioridad y con órdenes dotadas de códigos de autorización que no permitían hacer preguntas. Los rumores y suposiciones rodean incluso hasta la designación “Alfa”, que según algunos registros está conectado con la XX proto-Legión desde un periodo muy temprano. Esto, aparte de los numerosos significados ocultos y arcanos que determinadas fuentes quieren deducirle, se relaciona con otra cuestión más prosaica del trabajo oculto de los laboratorios genéticos del mismo Emperador.

Se revela en numerosas fuentes conservadas que durante su creación, cada proto-Legión naciente a partir de la Primus o I Legión (después llamada Angelis Tenebraium o Ángeles Oscuros) fue desarrollada para su servicio activo en un proceso escalonado de pruebas y testeos antes de crear una fuerza completa y activa mediante reclutamiento en masa. Cada etapa de la creación daría lugar a una expansión progresiva de los grupos a los que se iba implantando la semilla genética. La última de estas etapas preliminares era, según las fuentes, el reclutamiento “Alfa”. Esto se cree que era esencialmente la primera implantación no experimental, y su propósito era crear una proto-Legión con la fuerza mínima suficiente para ser puesta a prueba en una batalla real. Es notorio que fue en esta fase cuando una de las dos Legiones Perdidas sufrió un grave fracaso, cuyos detalles están censurados. Reveladoramente, no hay pruebas de que se ordenase que la XX cepa de semilla genética, aunque hubiera sido aprobada por el Emperador tras sus pruebas de combate iniciales, se implantase de forma general o recibiese una región asignada de reclutamiento para realizar levas en masa como hicieron el resto durante los primeros años de la Gran Cruzada. Esto limitó consecuentemente a la XX Legión a un cuerpo de unos mil o dos mil Legionarios, y la “marginó” mientras sus contemporáneas conseguían una rápida expansión y se desplegaban ampliamente durante las fases de apertura de la Gran Cruzada. Pero la pregunta sigue pendiente: ¿por qué?

Es casi seguro que no se debió a una cuestión de adaptación genética: los registros de muestras conservados colocan el grado de éxito de la implantación de la XX semilla en el extremo superior del espectro. Las pruebas indicarían que era ciertamente muy superior al de otras cepas desarrolladas, especialmente la VI y IX. De un modo similar, su actuación en combate fue calificada como excelente, eliminando la otra probabilidad más obvia para que la proto-Legión fuese considerada un fracaso. Hay tres teorías destacadas que han sido planteadas para explicar por qué la Vigésima no fue aparentemente expandida hasta ser una Legión completa durante los inicios de la Gran Cruzada.

La primera es enteramente mundana: la falta de reclutas adecuados. Las asignaciones de levas de las demás Legiones del periodo cubrían ya la mayoría de candidatos genética y culturalmente aptos tanto de Terra como del Sistema Solar, y el desastre de una de las Legiones Perdidas (probablemente la misma antes mencionada) había demostrado que intentar reclutar de fuentes potencialmente corrompidas era una locura.

La segunda es la sospecha de que se había descubierto algún problema oculto o defecto potencial que impedía la expansión de la proto-Legión, aunque esto parece en muchos sentidos improbable ya que sugeriría que el Emperador no fue capaz o no deseaba solucionar tal problema, y que tampoco deseaba erradicar despiadadamente un experimento fallido como ya había hecho antes. La tercera teoría es que la Vigésima fue separada deliberadamente como una unidad aislada por motivos científicos o militares, posiblemente para actuar como una reserva estratégica de semilla genética (o incluso como un “grupo de control”, como algunos han sugerido, para medir la progresiva distorsión de la semilla genética de las demás Legiones). Esta teoría también plantea la posibilidad de que la XX proto-Legión fue retenida para ser desarrollada o acondicionada de algún modo único que se había decidido que no se aplicase al resto de Legiones. No quedan pruebas que relacionen esta última Legión en etapa “Alfa” con el posterior y eternamente sellado proyecto de artesanía genética del Emperador para crear la Legio Custodes, ni tampoco con el Labryk Polaris ni el abortado experimento de la Legión Perdida que ha sido objeto de oscuros rumores desde hace mucho.

Herejía de Horus



La mordedura de la Hidra




Cuando estalló la Herejía de Horus y tuvo lugar la Atrocidad de Istvaan III, una gran fuerza de ataque de la Legión Alfa, compuesta por unos cincuenta mil Legionarios y liderada personalmente por su Primarca, se encontraba convenientemente situada para responder a las órdenes de Rogal Dorn de atacar a los Traidores en Istvaan V. Se cree que este contingente de la Legión Alfa comprendía las fuerzas combinadas de dos Flotas Expedicionarias distintas y sus naves de apoyo, que habían regresado recientemente al Imperio para reaprovisionarse y rearmarse en el mundo forja de Lucius tras una prolongada serie de campañas en el borde nororiental galáctico. Por tanto, supuestamente la Legión Alfa y su Primarca habían estado sin contacto alguno con el resto de la Gran Cruzada durante varios años, y probablemente fue este hecho el que convenció al Pretoriano de Terra de que eran leales y no se habían implicado en la locura traicionera que se había apoderado de Horus y su jauría más cercana. Sin embargo, como demostró su participación en la Masacre del Desembarco, esto no podía estar más lejos de la verdad, e incluso se ha afirmado sin pruebas a posteriori que Alpharius tuvo que ver en la planificación de la propia Masacre.
Es seguro que la Legión Alfa había extendido su red de infiltrados, espías y saboteadores a lo largo y ancho del Imperio antes del estallido de las hostilidades, como se demostraría sangrientamente en una veintena de mundos como parte de la jugada inicial del Señor de la Guerra. Por culpa del talento para la conspiración de la Legión Alfa y sus agentes, morirían miles de millones e incontables billones más sufrirían padecimientos y desastres en los tiempos que siguieron. Incluso en planetas que no sentirían las atronadoras pisadas de los Astartes en toda la guerra, los crueles planes y el talento para causar conflictos de la Legión Alfa sembrarían la destrucción. Sin embargo, aunque Horus desató a la Legión Alfa para que clavase sus colmillos profundamente en el cuerpo del Imperio, no confió en que ni ella ni su señor le obedeciesen, ni en que luchasen la guerra que él deseaba que lucharan una vez desencadenada la Hidra. La historia demostraría que esta desconfianza estaba bien fundada.
Tras el bombardeo vírico de Istvaan III, la supuestamente Leal Legión Alfa fue una de las Legiones enviadas para destruir a Horus en su base de Istvaan V. Asignada a la segunda oleada, la Legión Alfa se volvió contra la primera oleada. Muchos creen que esta estrategia fue obra de Alpharius y la Legión Alfa.

Cuando el Comandante Branne Nev de la Guardia del Cuervo llegó a Istvaan V para rescatar a los restos de las fuerzas imperiales, incluyendo a su Primarca, Corvus Corax, la Legión Alfa tuvo un papel central al dejar escapar a Corax, hasta el punto de matar al Comandante de una barcaza de batalla de los Devoradores de Mundos para evitar que destruyera la nave de Branne. Esto se debió a que la Legión había conseguido infiltrar a varios de sus miembros en la XIX Legión durante su trágica retirada de la Depresión de Urgall. De este modo, y gracias a la distracción orquestada por Omegon con el alzamiento de los Tecnogremios sometidos de Kiavahr (el mundo forja que antaño dominó Deliverance, luna natal de la Guardia del Cuervo), la Legión Alfa se apoderó de los resultados de la investigación genética de Corax sobre el ADN Primarca original (obtenido en Terra con la venia del Emperador) y malogró su proyecto de reconstrucción de la Guardia del Cuervo con Astartes mejorados. Los resultados fueron traspasados al Apotecario Jefe Fabius de los Hijos del Emperador por orden del Señor de la Guerra, aunque con una sutil modificación casi imposible de corregir que impediría su aprovechamiento, mientras que los Primarcas Gemelos conservaron la versión original.

Durante la Herejía de Horus, la Legión Alfa se separó del grueso de las fuerzas de Horus casi desde el principio, y no atacó Terra, sino que emprendió una serie de acciones destinadas a intentar retrasar a los refuerzos imperiales. Asimismo participaron en batallas menores, derrotando un ejército de Cicatrices Blancas en Tallarn y a otro de Lobos Espaciales en Yarant. A pesar de sus esfuerzos, sin embargo, Horus fue derrotado.



Tras la Herejía

Tras la derrota del Señor de la Guerra, la Legión Alfa no se retiró al Ojo del Terror como las otras Legiones Traidoras, sino que se trasladó al Este Galáctico en busca de nuevos objetivos que sólo ellos conocían. No se sabe si uno de estos objetivos era entrar en combate con los Ultramarines o no, pero ocurrió de todas formas.

En el planeta de Eskrador, la Legión Alfa fue asaltada por los Ultramarines. Se sabe que Alpharius se alegró de esto, pues le permitía demostrar la superioridad de sus estrategias flexibles, múltiples e inesperadas sobre los precisos, metódicos y quizás hasta moribundos Ultramarines. Sin embargo, el Primarca de la Legión Alfa fue aparentemente tomado por sorpresa cuando Guilliman se apartó de sus propias normas y dirigió un asalto sorpresa con sus tropas de élite contra la base de la Legión Alfa. En el combate singular que siguió, se cree que Alpharius resultó muerto. La Legión Alfa, al contrario de lo que esperaba Guilliman, mantuvo el orden y atacó furiosamente al destacamento, con tal contundencia que para cuando volvieron con el grueso del ejército Ultramarine, sólo quedaba un puñado del grupo original. Dos semanas después, los Ultramarines fueron expulsados del planeta.

Tras la Batalla de Eskrador, la Legión se dividió para esconderse del Imperio. Partidas de guerra pequeñas y autónomas se quedaron y extendieron por el espacio imperial, instalándose en secreto en campos de asteroides, Pecios Espaciales y mundos desolados. Estos grupos lanzaban ataques frecuentes contra objetivos militares debilitados por la Herejía, y aún suponen una amenaza para las naves, asentamientos y guarniciones. Además, se encargan de extender y coordinar los Cultos del Caos por toda la galaxia, con el fin de instigar revueltas masivas contra el Imperio. Estas insurrecciones son utilizadas a menudo para alejar a las fuerzas imperiales de los mundos que desean atacar, facilitando el paso a los asaltos a gran escala que surgen del Ojo del Terror.

Su papel en la expansión de los cultos heréticos les ha ganado el odio de la Inquisición, quien ha dedicado considerables recursos a destruir sus bases secretas. Hasta la fecha, la Legión Alfa ha sido declarada destruida por completo por los Altos Señores de Terra no menos de tres veces: en el M31, el M32 y el M39. Todas estas afirmaciones han sido refutadas por los continuos asaltos de la Legión.


"1. La Disciplina lleva a la Victoria.

2. Es la Victoria en la Guerra lo que da Inmortalidad.
3. La Inmortalidad es el Don del Caos.
4. A cambio, el Caos exige Sangre.
5. Así, la Sangre siempre debe ser derramada.
6. Por tanto, la Vida Eterna exige Guerra Eterna.
7. La Guerra Eterna exige Disciplina Eterna.
8. El Caos siempre recibirá Sangre: la Tuya o la Suya"

—Los Ocho Principios de la Guerra del Breviario de la Legión Alfa

Se sabe incluso menos sobre la organización interna de la Legión Alfa tras la Herejía de lo que se sabía antes. En ocasiones se ha logrado asesinar a miembros de la Legión que se creía eran oficiales de alto rango, pero sus muertes han tenido poco efecto visible en las operaciones de la Legión Alfa.

El símbolo actual de la Legión, la Hidra, es una bestia mítica de varias cabezas que podía seguir luchando incluso si una de ellas era cortada, pues de la herida salían otras dos cabezas nuevas. Esta leyenda parece reflejarse en la estructura de mando de la Legión Alfa, así como en su doctrina de ataque múltiple.

Alpharius creía en la planificación y la coordinación, y buscaba constantemente alternativas y soluciones múltiples para todos los problemas que se le presentaban, haciendo que varios elementos distintos se combinasen para lograr el resultado final. Esta doctrina, fuertemente aceptada por toda la Legión, ha sido aparentemente continuada por los traidores y ha demostrado su efectividad, especialmente en las formas dispares y secretas en las que operan ahora.

Se hacen preparativos exhaustivos antes de atacar un objetivo imperial, incluyendo el envío de espías y la corrupción del enemigo para debilitar su resistencia. El objetivo no sólo es atacado por todos los ángulos, sino que cada ataque es coordinado para lograr los resultados más destructivos. Muchas acciones están planeadas para utilizar y reforzar la actividad cultista local. Estos cultos se esfuerzan por extender propaganda, realizar sabotajes y llevar a cabo actos vandálicos y revueltas, distrayendo y debilitando al enemigo antes de que la Legión Alfa ataque. Además, se sabe que la Legión se ha aliado con fuerzas antiimperialistas, incluyendo otras Legiones Traidoras y xenos. En los mundos más alejados del Ojo del Terror, dependen menos de los Demonios, pues estos no pueden permanecer estables en el Materium el tiempo suficiente para ser útiles. Pero si la Legión Alfa logra asegurar la fuerza de un culto caótico local, los invocarán para añadirlos a la variedad de sus ataques.

Y tras este resumen de la historia de la legión os dejamos el video con todas las reglas aplicadas a una muy trasfondística legión en mi opinión.



Bueno, bueno. Ya sabemos lo que vamos a usar, cultistas, marines y elegidos todos opciones de tropa que infiltran, con OA, ya estoy viendo a muchos Legioneros infiltrando elegidos con armas especiales y oleadas de cultistas entreteniendo y estorbando al contrario en su zona de despliegue mientras el resto del ejercito se ocupa de adueñarse de la mesa. El destacamento propio me deja la duda de sus reglas especiales. Técnicamente ganas dos veces si eliges la formación de cultistas el que a 4+ una unidad de cultistas que halla muerto vuelve a las reservas activas... esto que significa que si matas una unidad se generan 2? porque me temo que tengo dudas con esto. Pues parece ser que sí, es la fiesta del cultista este destacamento tienes un 50% x 2 de opciones de generar nuevas unidades al destruirte escuadras de cultistas.

Vamos entonces con una lista que veo obvia con estas reglas y posibles opciones extras:

Insurgency Force Alpha Legion

Core: Chaos Warband

Señor del Caos: Aquí hay múltiples opciones de equipación, al no portar marcas yo optaría siempre por una moto para ganar R5 y que fuera mas difícil la muerte instantánea. Equiparía al señor para el combate cuerpo a cuerpo, o bien con la Coraza de Escamas dándole chapa a 2+, la Espada de la Hidra para contar con muchos ataques o el Icono de la Insurrección y lo usaría moviendo rápido detrás de pantallas de cultistas haciéndolos fanáticos.

Hechicero del caos: Aunque es opcional yo lo usaría dándole una moto y el Velo de la Mente, uniéndolo a una unidad pegona de elegidos en cuanto pudiera y abusando de la habilidad el artefacto.

1 - 3 Escuadras de motos la movilidad, un par de armas especiales, resistencia y objetivo asegurado hace de esta opción una ventaja muy grande a tener en cuenta, Los raptors y warptalons no son tan ventajosos como las motos.

2 - 6 Escuadras de marines del caos: Ganando infiltración hace muy tácticos a los marines del caos y llevando rhinos y objetivo asegurado les da mucho juego.

1 - 3 Aniquiladores con cañones automáticos y si dan puntos pagarles transportes para poder tener mas unidades con objetivo asegurado en tu zona de despliegue.

2 Escuadras de Elegidos aquí optaría por una unidad armada con armas antitanque y otra antiinfanteria en transportes.
1 Escuadra de Exterminadores al mínimo con antipersona/antitanque por DR en reservas.

Dependiendo de los puntos gastados optaríamos por una y otra auxiliary pero hay una que es obligatoria dadas las ventajas que optenemos en el destacamento y esa es la de cultistas.

Auxiliary:

Lost and Damned: Aquí dependiendo de los puntos de la partida puedes invertir en incrementar el numero de tus 4 escuadras mínimas que tienes que meter o usar las hasta 9 unidades de cultistas en el ejercito. Infiltrando todas ellas, vas a conceder primera sangre seguro pero vas a impedir al contrario moverse con soltura por el campo de batalla a menos que lleve graviticos, salto o que se tire toda la partida haciendo brutalidad acorazada. Teniendo un 50% de recuperarlos si mueren y de generar una unidad nueva no suena mal invertir en escuadras de 30 cultistas con 3 lanzallamas y que vuelvan por flanqueo, o equipar unidades de 10 con rifles para poder hacer saturacion de f3, bueno esto ultimo lo digo con mucho sarcasmo, sin ofender a la guardia imperial....

Si no os habéis gastado todos los puntos en estas opciones habría que mirar posibilidades, de mas opciones que podamos añadir al army.

Raptor Talon; en caso de que queramos unidades de actuación antiinfanteria a partir del turno 2, caer y despedazar, el inconveniente es la masificacion de nuestras propias unidades infiltradas alrededor y los posibles errores de despliegue.

Hellforge Warpack: Los vehículos no obtienen modificadores en este ejercito pero 3 maulerfiends son perfectos antitanques y rápidos así que son aprovechables.

Helldrake Terror Pack: Dos dragones siempre ayudan! y si son 4 mas, no voy a añadir mas ahí

El resto de formaciones no les veo mucho uso en este destacamento o bien porque no hay marcas y sus reglas no les favorecen o porque no son formaciones buenas ya de por si.

Lord of the Legion: Aquí optaría por el clásico Principe Demonio de Nurgle con Maza Negra, Alas y si puedo niveles de psíquico. Su misión es hacer lo que los cultistas no puedan, masacrar.


El rol de juego con este ejercito es bastante claro. Infiltra la mitad o mas de tu ejercito, todos los cultistas, los tácticos o elegidos incluso puedes hacer que flanqueen para maximizar objetivos asegurados y armas especialistas.
El resto de tu ejercito posicionado atras tomando objetivos como los aniquiladores y puede que alguna táctica, moviéndose dando apoyo como los cgs, las motos y el principe, optando por ataques quirúrgicos desde la reserva como los exterminadores y demás unidades de flanqueo.
Es un ejercito muy táctico que da muchas posibilidades con los rasgos de señor de la guerra. Sobre todo centrado en los cultistas y la posibilidad de ahogar a tu oponente en su borde mientras tomas toda la mesa con multiples opciones de objetivo asegurado, un ejercito muy trasfondistico y tactico.


Nos despedimos desde el Ojo del Terror esperamos vuestros comentarios, como siempre invitaros os unáis al blogg, al canal de youtube y la pagina de facebook Malaga Wargames para recibir actualizaciones de mas contenido del fantástico mundo de WH40k.
Un saludo, Max.

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